De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago 2025 en España, elaborado por Crédito y Caución, la morosidad en el sector de la agricultura afectó al 42% de las operaciones comerciales el pasado año. Además, un 6% resultaron impagadas.
El 44% de las empresas vaticina un aumento de los impagos en los próximos 12 meses. La incertidumbre climática y las tensiones geopolíticas se presentan como los principales factores de riesgo.
Las ventas a crédito suponen casi dos tercios del comercio B2B de la industria agraria. En este sentido, los retos más destacados a los que se enfrentan en este tipo de operaciones son equilibrar las condiciones de los clientes con la estabilidad financiera (36%) y la morosidad (33%).
En cuanto a las fuentes de financiación, las empresas del sector recurren en mayor medida a los préstamos bancarios (49%) seguido del crédito comercial (47%) y los fondos propios (39%).
Para hacer frente al riesgo de impago, el 80% combina las provisiones internas y con gestión de riesgos externalizada.
Otras dos grandes preocupaciones para el futuro giran en torno a las crecientes exigencias de cumplimiento normativo y el impacto de la volatilidad de los costes de producción, que amenazan los márgenes de beneficio y podrían debilitar la salud financiera a largo plazo.