06 May
06May

Miguel Ángel Valero

El día después de la final del Mutua Madrid Open, el inversor y extenista, fundador y CEO de Doma Perpetual Capital Management, Pedro Escudero, y Carlos Moyá, primer español número uno del mundo (en 1999) y entrenador de Rafael Nadal, analizaron los paralelismos entre el deporte de élite y las finanzas, abordando cuestiones como la estrategia, la disciplina, la gestión emocional y la planificación patrimonial.

Moyá compartió su experiencia como entrenador de Rafael Nadal, destacando la humildad como pilar de su éxito. “La clave está en la humildad y en saber aceptar consejos”, afirmó, recordando que Nadal tenía 14 Grand Slams cuando lo incorporó a su equipo, mientras que Carlos Moyá tenía uno. Sin embargo, esto no impidió que el campeón mallorquín se abriera a cambiar cosas que le recomendó Moyá: “Podía haber pensado que no necesitaba a nadie más, pero no fue así. Su actitud de querer mejorar y adaptarse marca la diferencia a largo plazo”, explicó.

Moyá subrayó la importancia del trabajo en equipo, la preparación emocional y el uso de datos para mantenerse competitivo: “En el tenis actual, los partidos se deciden en tres o cuatro intercambios clave. Saber qué hacer en esos puntos es lo que separa a los mejores”, dijo. "El trabajo en equipo es esencial para el éxito, aunque el jugador tiene mucho poder de decisión, en el tenis es el jefe real". 

Reducir errores no forzados

Pedro Escudero, tenista de la quinta de Moyá, Albert Costa, Marat Safin y otros, se retiró del tenis muy pronto por una lesión y hace 30 años años se marchó a EEUU a formarse como gestor de patrimonios. "Cuando te retiras, se cierra una puerta, pero se abre otra". Tras más de 25 años de experiencia en Wall Street, cree que el tenis y la inversión comparten muchas cosas: “En ambos mundos, no se trata de ganar siempre, sino de minimizar los errores no forzados”.

Escudero, que sigue viviendo “como un atleta” con una rutina estricta de ejercicio, descanso y estudio, enfatizó la necesidad de mantener una ventaja competitiva en un entorno exigente como Wall Street. “La presión en las finanzas es constante, como en el tenis. Trabajas 12-14 horas al día, y si no te elevas constantemente, te quedas atrás”, explica.

Comparte su filosofía de inversión a largo plazo, comparándola con la estrategia en el tenis: El ahorro bien invertido genera interesantes retornos a largo plazo que pueden aportar seguridad y calidad de vidaNo me preocupa el corto plazo o el intradía. Si confías en una empresa sólida, mantienes la estrategia aunque el mercado caiga. Es como un partido: si tu plan no funciona, ajustas, pero no abandonas”,

También destacó la importancia de la fortaleza mental para soportar situaciones del mercado como las caídas actuales provocadas por las decisiones geopolíticas del Gobierno de Donald Trump. Pese a éste, cree que "hay que estar invertidos en EEUU".

"En un  horizonte a 40 años se puede obtener una rentabilidad del 15%. Pero exige tener la mente abierta, la capacidad de estar centrado, de seguir invertido pese a las caídas, tenerlo muy claro. Y humildad para aprender todos los días, para hacer lo que hay que hacer en el momento en que hay que hacerlo", subraya.

"El valor añadido de un gestor es por cuánto ganas al mercado de forma sostenida en el tiempo. Ahí la motivación es fundamental, porque EEUU es el mercado más competitivo del mundo, exige siempre ir hacia arriba. Pero no se trata de ser siempre el número 1, pero sí ser competitivo", insiste el CEO de Doma Perpetual.

"El éxito es de quien asume riesgos muy controlados", resalta Pedro Escudero. Le apoya Carlos Moyá: "el riesgo, las pruebas, los experimentos, en los entrenamientos, no en la competición". Como en la gestión de inversiones, en el deporte "hay que seguir fiel a la estrategia, tener resiliencia, sangre fría en los momentos malos, es imposible lograr el 100% de éxitos, conocer los puntos débiles". Y sortear el "riesgo de bloqueo, de no mejorar".

Queda mucha vida por delante

“Siempre tuve claro que la vida del deportista se termina, si todo va bien, en el primer tercio de la vida, y quedan dos tercios por vivir con familia, gastos y demás”, explica Moyá.  "El jugador se retira y le queda mucha vida por delante, hay que prepararse desde el principio, con inversiones, para crear un colchón de dinero. Es clave la cultura financiera, dejarse asesorar por expertos, aprender, leer", señala Carlos Moyá. Es importante para los jóvenes talentos del deporte saber invertir desde el principio los beneficios que obtienen en su carrera profesional.  

Un aspecto es la compleja fiscalidad de los deportista de élite. Moyá explicó que los ingresos de un jugador top incluyen premios, patrocinios y contratos de marketing, pero los impuestos y gastos son significativos. “Un tenista que genere, por ejemplo, 10 millones€ al año, podría pagar más de la mitad en España, incluyendo sus gastos de equipo, entrenadores y marketing, que se gestionan como una empresa”, detalla. En su época, era posible establecer residencias fiscales en el extranjero para optimizar impuestos, pero hoy las regulaciones son más estrictas: “Ahora está todo súper controlado, no puedes hacer mucho”, reconoció.

Insiste en la importancia de rodearse de buenos asesores. Desde joven tuvo inversiones inmobiliarias y también mucho en Bolsa de Estados Unidos para crear un colchón para cuando se retirara. Estas inversiones le han ayudado mucho a hacer crecer el patrimonio conseguido en la pista. 

“No hay una carrera exitosa al 100%. La clave es tener un plan claro y confiar en él, incluso en momentos difíciles”, insiste.

Pedro Escudero avisa que “en España, a veces invertimos por amiguismos en lugar de por números. Los jugadores jóvenes, como Alcaraz, deben aprender a planificar desde el principio para asegurar su patrimonio a largo plazo”. Moyá advierte que normalmente los tenistas, y otros deportistas, jóvenes no suelen tener en cuenta que puede ser el momento de invertir correctamente y desde el principio, los ingresos que van ganando en sus torneos y por sus acciones de marketing. 

Moyá admite no ser un experto en inversiones, por lo que destaca la importancia de confiar en asesores capacitados. “He confiado en alguien en EEUU que gestiona mi patrimonio, pero no tengo grandes conocimientos. Creo que los tenistas jóvenes necesitan rodearse de personas que les enseñen desde el principio”. Y resalta el papel de enseñanza que puede ejercer un exjugador.

Pedro Escudero pone un ejemplo: “Si un tenista ahorra 10 millones€ y los invierte a un 5% durante 25 años, podría acumular 33 millones; a un 15% durante 30 años, 660 millones. Aunque el 15% es difícil de manera anualizada continua, una estrategia sólida puede asegurar la vida de tus hijos y de tus nietos”. 

En España, donde las carteras medias son más bajas que en EEUU, los inversores tienden a ser conservadores y carecen de experiencia en productos sofisticados, frente a un mercado  mucho más competitivo como el norteamericano.

Los dos expertos destacaron la formación emocional como un factor clave. “En el tenis, aprendes a convivir con la presión y las derrotas desde joven. Esa fortaleza es esencial en los mercados”, afirma Pedro Escudero. Moyá añadió que jugadores como Novak Djokovic, a sus 38 años, han desarrollado una estabilidad emocional que no tenían de jóvenes, lo que les permite seguir compitiendo al máximo nivel. “La preparación psicológica es ahora tan importante como la física. Los tenistas trabajan cada vez más en este aspecto”, explica. Porque en el tenis (o en cualquier otro deporte) o en las finanzas, el éxito depende de enfocarse en la calidad, confiar en un plan a largo plazo y saber levantarse tras las caídas.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.