Miguel Ángel Valero
Uno de los programas de los que los responsables de la Fundación Ibercaja están más orgullosos, Aprendiendo a Emprender, llega a la Comunidad de Madrid. La iniciativa, que ya acumula 15 ediciones y que gusta a los profesores por sus carácter transversal (además de emprendimiento y de sostenibilidad, se fomenta el trabajo en equipo, la solidaridad, la educación financiera, entre otras), celebra, por vez primera, su entrega de premios en Madrid.
Medio millar de escolares de 5º y 6º de Primaria de nueve colegios de la Comunidad de Madrid, han creado 27 cooperativas y han participado en el Mercado de Cooperativas Escolares, que se ha desarrollado por primera vez en la capital española, en la Plaza de Chamberí. Los alumnos han ofrecido en sus respectivos puestos los productos artesanales que han diseñado y creado a lo largo del curso escolar. El Mercado Virtual seguirá abierto hasta el 15 de junio, de forma que todo el mundo puede acceder para conocer las iniciativas de los estudiantes.
“Aprendiendo a emprender”, impulsado por Fundación Ibercaja con la colaboración de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, y con las empresas Ontime Logística y Spanish Kits Company como embajadoras, pretende fomentar entre los alumnos el espíritu emprendedor como forma de vida, como actitud, trabajando en equipo, el liderazgo, la iniciativa, la resolución de problemas, así como la creatividad, siempre con la ayuda del profesorado.
El acto ha contado con la intervención de Sebastián Huerta, subdirector general de programas de Innovación y Formación del profesorado de la Consejería de Educación; Jaime González, Concejal presidente de la Junta Municipal de Distrito de Chamberí; Mayte Santos, jefa de Desarrollo Profesional de Fundación Ibercaja; Íñigo Aguirre, jefe del Área Territorial de Madrid; Laura Tena, directora de la Oficina Principal de Ibercaja en Madrid, y Ricardo Pacheco, director de Banca Empresas de Ibercaja Madrid.
Y ha finalizado con la entrega de diplomas a los ganadores de los diferentes concursos:
Quince años de emprendimiento desde la escuela
“Aprendiendo a Emprender” es un proyecto educativo impulsado por Fundación Ibercaja para escolares de 5º y 6ª de Primaria, en el que desde el año 2010 han participado más de 30.000 alumnos de 600 colegios, que han creado y gestionado 1.365 cooperativas.
Con la creación y gestión de su propia empresa durante el curso, el alumnado de 10 y 11 años conoce y vive el mundo emprendedor desde la escuela, fomentando su creatividad, su autonomía e iniciativa personal entre otras competencias.
Los escolares crean la empresa, redactan sus estatutos, aportan el capital social, eligen los diferentes cargos y reparten responsabilidades. También participan en talleres de publicidad, vídeo y tecnología impartidos por profesionales expertos.
Abren la cuenta de su empresa en una oficina de Ibercaja y aprenden la función que una institución financiera juega en el tejido social. Crean una marca y un logotipo que les ayuda a sentirse identificados en un proyecto común y elaboran un folleto publicitario y un videoclip. Realizan un estudio de mercado de forma colaborativa, para valorar y decidir el producto o servicio que puede dar respuesta a las necesidades de su entorno. Visitan una empresa para conocer el funcionamiento y las claves de su organización interna, acercando al alumnado al mundo empresarial de forma natural.
Mayte Santos: Educación como prioridad desde hace 150 años
Mayte Santos, responsable del área de educación de Fundación Ibercaja, explica que en 2026 esta institución celebra 150 años de historia. "A lo largo de todo este tiempo, la educación ha sido una de nuestras prioridades y pilares fundamentales. Siempre hemos desarrollado programas y proyectos adaptados a los retos y necesidades que nos ha planteado la comunidad educativa. Esto nos ha permitido ser un referente en el ámbito educativo".
"Este proyecto en particular nació hace 15 años en Aragón. Comenzó de manera muy modesta, con pocos colegios y cooperativas, pero ha ido creciendo poco a poco y consolidándose. Se trata de un programa muy flexible que adaptamos cada año a los retos del sistema educativo. Por ejemplo, durante la pandemia nos vimos obligados a actuar rápidamente y desarrollamos una web gamificada para que los niños pudieran seguir participando. Creamos también un mercado virtual donde los profesores, junto con los niños, podían subir productos y realizar transacciones online. Esta capacidad de adaptación ha sido clave para la continuidad y el éxito del programa", subraya.
El programa incluye varios módulos que "hemos ido introduciendo con el tiempo. Incorporamos educación financiera para que los niños comprendan conceptos básicos de economía. Añadimos un enfoque en sostenibilidad, incentivando que los productos sean sostenibles, incluso otorgamos un premio al producto más sostenible. Además, promovemos la responsabilidad social, de manera que al menos la mitad de los beneficios generados por las cooperativas de los alumnos se destinen a una entidad social. Algunos colegios incluso deciden donar todo. Otros eligen dividir los beneficios, destinando una parte a una causa social y utilizando el resto para actividades recreativas como visitas al parque de atracciones", cuenta.
Pero "lo más importante es que este proyecto es curricular. Se integra en varias asignaturas. En plástica, los niños trabajan en la producción de los productos, la creación de la marca, el folleto, el cartel y la decoración del stand. En lengua, preparan discursos y candidaturas para elegir a sus representantes, lo que fomenta la comunicación y el liderazgo. En matemáticas, analizan el coste, el precio de venta y el beneficio de los productos. Los propios alumnos investigan, desarrollan ideas y presentan sus propuestas al equipo, que decide colectivamente qué productos fabricar. Este enfoque fortalece la creatividad, el trabajo en equipo y las habilidades de comunicación".
Además, "es un proyecto inclusivo. Participan colegios públicos, concertados, privados e incluso centros de educación especial. Actualmente contamos con cinco colegios de educación especial en el programa, cuatro en Zaragoza y uno en Teruel".
Además, el programa es flexible. Si un colegio no puede implementar todas las fases, puede adaptarlas según sus necesidades. "Desde que comenzamos, han participado más de 30.000 escolares, 1.500 cooperativas y 600 centros educativos", resalta.
"Para nosotros es fundamental trabajar con las Consejerías de Educación de cada lugar, porque esto garantiza una participación inclusiva. Creemos que es crucial llevar la innovación educativa a todo tipo de centros, promoviendo la igualdad de oportunidades", recalca la jefa de Desarrollo Profesional de Fundación Ibercaja.
"La iniciativa emprendedora es el eje central del proyecto. La concebimos como una actitud ante la vida más que como una competencia. Queremos que los niños aprendan a soñar y a convertir esos sueños en realidad, que desarrollen resiliencia y sepan levantarse ante las adversidades. Esto también les ayuda a trabajar en equipo, asumir roles de liderazgo, ser creativos e innovadores, y gestionar la cooperación entre ellos", enfatiza Mayte Santos.
El programa implica la creación de cooperativas o empresas ficticias. Los alumnos pasan por todas las fases, desde solicitar un CIF ficticio hasta establecer roles como presidente, tesorero o responsable comercial. Deciden colectivamente los productos, elaboran la marca, el logotipo, el folleto y el producto final. Algunos incluso crean blogs o vídeos. Luego, realizan la venta de los productos en una gran feria, que es el momento culminante del proyecto.
"Para los docentes, este proyecto ofrece una oportunidad única para trabajar competencias de manera diferente. Es un enfoque práctico que deja un aprendizaje significativo en los niños, quienes recuerdan la experiencia como algo valioso y enriquecedor. Hemos hablado con estudiantes que participaron en las primeras ediciones y que nos cuentan cómo este programa les macó profundamente y les enseñó cosas que todavía aplican hoy en día. Para nosotros, este proyecto es una de nuestras iniciativas estrella. Está muy bien valorado por alumnos, familias y docentes. Queremos expandirlo a nivel nacional, y Madrid es una ciudad en la que la que lo hemos llevado a cabo por primera vez. Seguiremos trabajando para llevar esta experiencia transformadora a más comunidades educativas, porque creemos firmemente en su capacidad para preparar a los niños para los retos del futuro", concluye Mayte Santos.