La decisión de China de endurecer su postura frente a las medidas arancelarias de Estados Unidos marca un nuevo capítulo en la guerra comercial entre ambas potencias. La suspensión de importaciones y el aumento de aranceles reflejan una estrategia calculada para proteger sus intereses y diversificar sus fuentes de suministro.
El mercado empieza a poner en precio la mayor incertidumbre derivada de estas decisiones. Las Bolsas cerraban el 3 de marzo la peor sesión en lo que va de año, aunque las caídas se mantienen dentro del patrón visto en 2018 (primer mandato de Trump) en el que el mayor retroceso desde máximos fue de hasta el -10%.
Desaceleración gradual en el PIB, sorpresas negativas en la confianza del consumidor, flaqueza en el sector inmobiliario, caídas en el gasto personal y decepción ante el incremento de las peticiones de subsidio por desempleo, se unen a la incertidumbre geopolítica.
Todo el mundo está a la espera de ver si los nuevos aranceles de Trump entrarán efectivamente en vigor el martes 4 de marzo, mientras que también se preparan para el alcance de la respuesta china.
"La Unión Europea se creó para fastidiar a Estados Unidos", proclama el presidente norteamericano. Este nuevo ataque es una amenaza para Europa pero también una oportunidad para fortalecer la unión de los países europeos hacia más crecimiento.
Las actas de la Fed no ocultan la preocupación ante las políticas del nuevo presidente de EEUU y su posible efecto en los precios y, por tanto, en la inflación.
La posible desaceleración del crecimiento económico en Estados Unidos y un posible cambio en la política monetaria puede abrir la puerta a una apreciación del euro frente al dólar. También se observan señales de cautela desde el frente institucional en el ecosistema cripto.
Aunque algunas medidas arancelarias serán permanentes, cada vez es más fuerte la creencia de que son un arma para lograr acuerdos en otras materias: inmigración, tráfico de drogas, tierras raras, etc.
Considerando el extenso periodo de tiempo que existe desde el anuncio de las medidas hasta que finalmente puedan ser implementadas, pensamos que estas amenazas forman parte de su estrategia para alcanzar acuerdos comerciales con las principales economías.
Las medidas de Trump impulsan a los metales preciosos e industriales, al petróleo, y a los criptoactivos, pero disparan la volatilidad en los mercados de divisas.