"La economía estadounidense se encuentra en una encrucijada entre la ralentización del mercado laboral y el impulso generado por la relajación de las condiciones monetarias y financieras, en vísperas de unas elecciones presidenciales inciertas", resaltan los analistas de Lazard Frères Gestion.
"Con los años, he aprendido a no prestar mucha atención a las elecciones", reconoce Jared Franz, economista en Capital Group.
"Seguimos siendo escépticos y nos mantenemos en nuestra opinión de que las elecciones presidenciales siguen siendo un cara o cruz", insisten los analistas de Ebury, mientras los de Ofi Invest vaticinan un aterrizaje suave.
"De momento los inversores no han adoptado una visión clara sobre quién ganará y están ajustando sus carteras según las encuestas", explica Aun Sai, estratega multiactivos en Pictet AM.
"Los demócratas tendrán que evitar la caída de participación de sus simpatizantes como la observada en 2016 para evitar una decepción similar en las urnas en noviembre", avisan en UBP.
UBP avisa que los desafíos fiscales de EE.UU. se están pasando por alto en las campañas presidenciales estadounidenses de 2024 y limitarán al ganador.
Una Presidencia de Kamala Harris implicaría aranceles más bajos, menos endeudamiento público y continuaría con la agenda de Biden en materia de cambio climático con el aumento del gasto en infraestructuras y mayor regulación.
“Bajar los tipos demasiado tarde podría dañar indebidamente la economía; el recorte podría estar sobre la mesa en septiembre”, reconoce su presidente, Jerome Powell.