La economía europea apenas crecerá el 0,6% este año

Miguel Ángel Valero

El Banco Central Europeo (BCE) cumple los pronósticos formulados por los analistas y mantiene los tipos en el 4,5%, a pesar de la revisión optimista de la inflación, que terminará 2024 en el 2,3% (cuatro décimas menos de lo estimado en diciembre de 2023), llegará al nivel deseado, el 2%, en 2025, y bajará de éste, hasta el 1,9%, en 2026.

El Consejo de Gobierno reconoce que la inflación ha seguido reduciéndose, pero pone el foco en que “las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas, debido en parte al fuerte crecimiento de los salarios”.

Mientras se muestra optimista con la evolución de la inflación, el BCE revisa a la baja el cuadro macroeconómico: el PIB de la Eurozona apenas crecerá este año el 0,6%, dos décimas menos que en las estimaciones de diciembre.

Su presidenta, Christine Lagarde, sugiere que la primera bajada de tipos se producirá el 6 de junio. El proceso de moderación de la inflación va bien, pero el BCE necesita seguridad y "muchos más datos" antes de cambiar la política monetaria. 

Asegura que ningún miembro del Consejo de Gobierno ha planteado bajar los tipos, que la decisión de mantenerlos se ha tomado "por unanimidad", pero reconoce que se ha empezado "a discutir la salida de nuestra posición restrictiva", el calendario de las bajadas. Como descarta que la decisión se tome en la reunión del 11 de abril, lo más probable es que sea en la del 6 de junio. "Sabremos mucho más en junio", insiste Lagarde.

La presidenta del BCE subraya que lo que más preocupa es la subida de los salarios. Y que la revisión a la baja de las perspectivas macroeconómicas es un "ligero retraso de la recuperación", porque "no se trata de sacrificar el crecimiento".

Impacto en las hipotecas

La firma de intermediación hipotecaria Hipoo pide prudencia y cautela, porque no se va a producir una bajada rápida del Euríbor, y porque hasta el segundo semestre de 2024 no habrá una mejora significativa para los hipotecados. Aquellos que tienen que revisar en marzo su cuota con el Euribor de febrero, tanto si es anual como semestral, no se verán tan beneficiados como los que revisaron la hipoteca en los meses anteriores. 

Dentro de la revisión semestral, en septiembre de 2023 el Euribor  se situaba en 4,149%, un 0,478% más respecto a febrero de 2024 (3,671%). Para una hipoteca media de 150.000€ a 25 años, en la revisión semestral pasará de pagar 886,15€ a 845,11.

Juan Villén, director general de idealista/hipotecas, explica que el BCE "ha dejado claro que tiene intención de reducir los tipos, pero no lo hará hasta tener la certeza de que la inflación en la eurozona está ya encarrilada hacia el 2%", por lo que esa reducción (y la consecuente caída del Euribor) llegará más tarde de lo esperado por muchas familias. "En el caso de aquellas hipotecadas a tipo variable, este retraso acarreará que las revisiones de sus cuotas a la baja se demoren hasta en un año, mientras que la situación es mejor para aquellas familias que buscan un préstamo hipotecario en estos momentos, ya que la competencia entre entidades ha provocado que se hayan reducido los diferenciales para nuevas hipotecas en este inicio del año y es previsible sigan la misma tendencia durante el resto del ejercicio”, señala.

Reacciones de los analistas

Sebastian Vismara, macroeconomista de BNY Mellon IM, pone el foco en las revisiones de las proyecciones macroeconómicas:

  • Ahora se espera una inflación general del 2,3 % en 2024 (frente al 2,7 %) y el 2,0 % en 2025.
  • Se espera que la inflación subyacente caiga a una media del 2,6 % en 2024 (desde el 2,7 % anterior) y del 2,1 % en 2025 (2,3 % anteriormente).
  • También se espera que el crecimiento del PIB sea algo más débil a corto plazo (0,6% frente al 0,8% anterior).

"Lagarde ha confirmado que la región está experimentando una tendencia hacia la desinflación y que el BCE tiene más confianza, aunque no suficiente, de que la inflación vuelva al objetivo del 2% de forma sostenible. En cualquier caso, se considera necesario disponer de datos adicionales sobre el crecimiento de los salarios y la inflación interna antes de poder tomar una decisión. La opinión de Lagarde es que el BCE 'sabrá un poco más en abril y mucho más en junio', para tomar una decisión sobre los recortes de tipos, lo que suena como un respaldo indirecto a un recorte de tipos en junio (supeditado a que los datos se alineen con las expectativas). Nuestra opinión sigue siendo que habrá un primer recorte de tipos en junio, en línea con el mensaje de la reunión del BCE de hoy. En nuestro escenario más probable, esperamos que el BCE reduzca los tipos hasta el 2,75-2,50% a finales de 2025, con 3/4 recortes de tipos en 2024", argumenta.

Felix Feather, economista de abrdn, también espera que el primer recorte de tipos se produzca en junio, una vez que el Consejo de Gobierno del BCE haya tenido a la vista los datos salariales del primer trimestre. 

De la misma opinión es Dave Chappell, Fixed Income Senior Portfolio Manager de Columbia Threadneedle Investments: "El reconocimiento explícito de que las presiones internas sobre los precios siguen siendo elevadas, en parte debido al fuerte crecimiento de los salarios, da al Comité cobertura para retrasar el inicio de la retirada de una política históricamente restrictiva ya en la reunión de abril, sin descartarlo por completo. Con las perspectivas de crecimiento rebajadas a corto plazo, y la inflación subyacente en el objetivo a medio plazo, los aproximadamente 100 puntos básicos de recortes actualmente previstos para finales de año parecerán insuficientes, si los datos salariales de los próximos meses sorprenden a la baja".

Konstantin Veit, gestor de carteras de Pimco, apunta que "una vez que el BCE empiece a recortar los tipos, creemos que procederá con cautela en pasos convencionales de 25 puntos básicos. Esperamos tres recortes de tipos este año, empezando en junio o más tarde. La evolución salarial tiene la clave. Seguimos siendo algo escépticos frente a los precios, sobre todo por la pegajosa inflación de los servicios, un mercado laboral resistente y unas condiciones financieras laxas".

A Manuel Pinto, jefe de análisis de XTB, le llama la atención que "ni siquiera hubiera estado sobre la mesa, un primer recorte en los tipos de interés en esta reunión de marzo, cuando la actividad manufacturera retrocede, el crecimiento de los países se encuentra estancado o en recesión, aumentan los riesgos en el sector inmobiliario, y los últimos datos reportados sobre el crecimiento de los salarios muestran una caída desde sus máximos. Sin embargo, no quieren pasar a la historia habiendo realizado un recorte de los tipos de interés, y tener que volver a subirlos dados los riesgos actuales, principalmente a nivel geopolítico. Por otro lado, la inflación en el mes de marzo dada la debilidad económica actual podría situarse mucho más cerca de su objetivo del 2% de lo que en estos momentos los mercados descuentan, y podría aumentar la presión sobre Christine Lagarde, que podría verse forzada a flexibilizar su política monetaria en la reunión de abril".

Ulrike Kastens, Economist Europe en DWS, interpreta que "el BCE mantiene su rumbo actual y sigue dependiendo de los datos. Sin embargo, en comparación con las declaraciones de la última reunión del BCE, se ha avanzado mucho más en la lucha contra la inflación. Esto se refleja en las nuevas previsiones de inflación, que sugieren que el objetivo de esta se alcanzará en 2025. No obstante, el BCE necesita más datos, especialmente sobre el desarrollo de los salarios y los precios de los servicios. Es cierto que hay señales tempranas de una moderación en la evolución de los salarios. Sin embargo, en general, de acuerdo con Lagarde, la presidenta del BCE, aún no hay suficientes datos para estar seguros de que el objetivo de inflación se pueda lograr a largo plazo. Por lo tanto, la presidenta destacó en varias ocasiones que esto sería más probable en la reunión de junio que en la de abril. En nuestra opinión, el tipo de interés oficial debería bajar entonces 25 puntos básicos, hasta el 3,75%. También quedó claro que la dependencia de los datos seguirá siendo elevada incluso durante la normalización de la política monetaria. Continuamos a la espera de que el BCE reduzca los tipos sólo gradualmente, en tres etapas, en un total de 75 puntos básicos este año".

Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, interpreta que el BCE ha sellado "prácticamente el acuerdo de que comenzará a flexibilizar su política en su reunión de junio, siempre que no veamos un aumento tanto en la inflación como en los salarios en el ínterin". Este escenario “está casi totalmente descontado en los mercados de swaps”. Según comenta el equipo de análisis de Ebury, “el BCE proporcionó la indicación más clara hasta el momento de que los recortes de las tasas de interés están en el horizonte, y las comunicaciones del banco son consistentes con nuestra opinión de que las tasas más bajas están en camino en su reunión de junio”.

François Cabau y Hugo Le Damany, economistas de AXA IM, insiste en que " el BCE busca datos adicionales para tener la suficiente confianza en que la inflación se situará de forma sostenible en el 2%; se necesitan especialmente más datos sobre la inflación interna (básicamente servicios), que no ha mostrado una senda desinflacionista suficiente. Si bien el crecimiento de los salarios es un factor determinante de la inflación interna, y en buena medida ocupa un lugar destacado durante la sesión de preguntas y respuestas, creemos que la clave está más bien en las observaciones combinadas del crecimiento de los salarios y de los beneficios (mencionadas muchas menos veces)". Estos datos sólo se publican trimestralmente, con ocasión de la publicación final de las estimaciones del PIB

También extraen dos conclusiones de la intervención de Lagarde:

  • el primer recorte de tipos es una decisión importante, aunque puede que no tan crucial, como el camino, la orientación que el BCE tendrá que dar, en el momento del primer recorte, para el ciclo de relajación, más allá de la dependencia de los datos
  • hay división en el seno del Consejo de Gobierno sobre el momento del primer recorte y el próximo ciclo de relajación, y su comunicación

Los expertos del BCE han mantenido su hipótesis de un fuerte repunte de la productividad, "que debería respaldar la moderación de las presiones sobre los costes laborales". A esto se suma la expectativa de que el crecimiento de los beneficios se debilite "y amortigüe la transmisión de los costes laborales". 

"Nos mantenemos fieles a nuestra previsión de recortar los tipos en junio. Como se ha mencionado explícitamente en la reunión, a sólo cuatro semanas de la siguiente reunión (11 de abril), no creemos que el BCE haya recibido suficientes datos para estar suficientemente seguro de las presiones de los precios internos. Tendría que producirse una serie de acontecimientos (giro moderado de la Reserva Federal, fuerte sorpresa a la baja en el dato de inflación de marzo, impacto adverso que afecte a las perspectivas de crecimiento) para obligar al BCE a iniciar su ciclo de recortes sin estos datos adicionales y sin previsiones actualizadas que ayuden a comunicar el ciclo de relajación. A su vez, nos reafirmamos en nuestra apuesta de hace tiempo de un recorte de tipos de 25 puntos básicos en junio, y esperamos tres en total este año”, subrayan.

Natixis: la Eurozona pierde competitividad en costes

La competitividad de costes de la zona euro ha ido disminuyendo, especialmente si se compara con EEUU, según el informe ‘La zona euro pierde competitividad en costes desde 2019’, elaborado por Natixis CIB. Esto se debe, por un lado, a la caída de las ganancias de productividad y las importantes dificultades de contratación, lo que ha provocado un mayor aumento de los costes laborales unitarios en la zona euro que en Estados Unidos. Por otro lado, desde 2022 y con el inicio de la invasión rusa de Ucrania los precios de la energía han subido más en la zona euro que en Estados Unidos. 

¿Se refleja esta pérdida de competitividad de la zona euro en cambios en las cuotas de mercado de exportación o en la producción manufacturera? Según los expertos de Natixis sí, ya que desde 2022 las exportaciones y la producción industrial de la zona euro disminuyen en relación con las de EEUU.

Si se suman las pérdidas de competitividad de costes debidas al mayor aumento de los costes laborales unitarios y de los precios de la energía en la Eurozona en relación con Estados Unidos, llegamos a una pérdida total de competitividad de costes del 8,5% en la Eurozona en relación con EEUU desde 2019. El euro se ha depreciado algo más del 7% frente al dólar, lo que reduce la pérdida de competitividad al 1,5%.