¿Merece una escultura invisible la consideración de obra artística a efectos jurídicos? ¿Habría colisionado el Titanic con un bloque de hielo si hubiera contado con el apoyo de la inteligencia artificial? ¿Se puede regular la introducción deliberada en los videojuegos de elementos que explotan la vulnerabilidad psicológica de los usuarios?
A estas y otras muchas cuestiones han respondido los vencedores de los Premios a la Innovación Jurídica del Colegio de la Abogacía de Madrid. Entre las más de 20 obras premiadas, destacan estudios tan fascinantes como el que aborda las controversias jurídicas vinculadas al mercado del arte de la escultura invisible o inmaterial, en el que confluyen apreciaciones jurídicas dispares en los ámbitos civil y penal. Bajo el título “¿Obra de arte o estafa?”, los autores se preguntan entre otras cuestiones si esta supuesta creación merece la consideración de obra artística a efectos legales.
En el ámbito de los Esports, uno de los trabajos galardonados se adentra jurídicamente en el uso de dark patterns (patrones oscuros) en la distribución online de contenidos dentro de los videojuegos, tomando como referencia el procedimiento sancionador seguido en Estados Unidos por la Federal Trade Commission (FTC) contra Epic Games por supuestamente recopilar información personal de niños menores de 13 años que jugaban a Fortnite, sin notificar a sus padres ni obtener el consentimiento verificable de éstos.
Otro de las obras premiadas pone el foco en las implicaciones legales que las tecnologías disruptivas, encabezadas por la inteligencia artificial generativa, el metaverso o la robotización acarrean en el teletrabajo y cómo la normativa laboral podría evolucionar para tutelar los derechos de los trabajadores en esta nueva era digital. Profundiza en cómo estas innovaciones impactan el entorno laboral, destacando beneficios como la mayor eficiencia y flexibilidad, y abordando desafíos significativos como la privacidad de los datos, la seguridad, la formación continua, el riesgo de aislamiento y la necesidad de equilibrar la vida laboral y personal. Además, se subraya la urgencia de actualizar las regulaciones laborales para garantizar un entorno justo y seguro en el contexto del teletrabajo.
En materia de Derecho canónico, destaca una novedosa aproximación a las relaciones entre la Santa Sede y China, estados diametralmente opuestos en su dimensión ideológica, histórica y cultural.
También ha obtenido el reconocimiento de la abogacía madrileña un trabajo sobre el impacto jurídico de la inteligencia artificial en el contexto de la navegación internacional, donde la IA es capaz de localizar y cartografiar icebergs en apenas0,01 segundos, con una precisión notablemente superior a la capacidad del ojo humano o de cualquier sistema de radar empleado hasta la fecha. Una tecnología que, de haber existido en 1912, hubiera evitado con toda probabilidad el hundimiento el Titanic.
Finalmente, el propio concepto de ‘innovación jurídica’ es también materia de análisis en uno de los trabajos premiados, que sostiene que “el sector legal, tradicionalmente considerado como uno de los más reacios al cambio, está experimentando una revolución necesaria y con la entrada en vigor del Real Decreto-ley 6/2023, se abren nuevas oportunidades para hacer más eficiente el derecho procesal civil en España” como los juicios telemáticos. Sin embargo, los autores llaman la atención al mismo tiempo, a raíz de un estudio empírico, cómo la disparidad en la interpretación de normas procesales puede dificultar la implementación de herramientas tecnológicas eficientes. La experiencia de un despacho de abogados que intentó automatizar la presentación de demandas monitorias con una herramienta tecnológica reveló inconsistencias en la admisión de documentos entre distintos juzgados, lo que subraya la necesidad de criterios uniformes.
“En un mundo en constante cambio, donde las demandas y los desafíos legales evolucionan constantemente, la innovación se convierte en un imperativo para nuestra profesión. Es por eso que estos premios cobran una importancia extraordinaria. Reconocen y destacan los esfuerzos de aquellos colegiados y colegiadas que, con su ingenio y dedicación, están a la vanguardia de la transformación del sector jurídico”, explica Ester Mocholí ,responsable de formación y secciones.
La entrega de premios tendrá lugar el 11 de junio en la sede de la abogacía madrileña. Coincidiendo con el anuncio de los premiados, el ICAM ha abierto la convocatoria de la siguiente edición: podrán presentarse trabajos hasta el 28 de octubre.