11 Sep
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España cuenta con 2.960.551 pymes, que suponen más del 90% del tejido empresarial y desempeñan un papel clave en la generación de empleo, el desarrollo económico y la transformación del mercado laboral. En este contexto, Adecco publica el informe ‘Impulsando el talento en las pymes españolas: Desafíos y oportunidades’, centrado en futuro y digitalización; liderazgo y formación; y productividad y gestión.

Un 26,5% de las pymes cuenta con programas de capacitación activa para sus empleados en inteligencia artificial (IA). Un 45,8% está explorando opciones para comenzar a hacerlo. Pero un 27,7% admite que no cuenta con los medios necesarios para abordar este reto. 

Juan Francisco Rodríguez, director comercial de Adecco Staffing: ““las pymes no pueden ser ajenas ni quedar excluidas de esta transformación pues las empresas que formen intensamente a sus trabajadores, que mejoren sus habilidades y competencias y que garanticen su reciclaje, serán las más exitosas. Por tanto, es necesario invertir en formación y recualificación de los trabajadores y asegurarnos de que nadie se queda atrás en esta evolución. Y está claro que un porcentaje importante de pymes necesitan ayuda, soporte o financiación flexible para poder acometer este desafío”.

Pese a estas limitaciones, el enfoque hacia la IA es mayoritariamente constructivo en las pymes. El 36,3% asegura que la inteligencia artificial ya está optimizando procesos en su empresa, y un 33% considera que está mejorando su productividad. Solo un 24,3% la percibe como una amenaza.

Estas percepciones influyen directamente en las expectativas sobre el empleo. El 54% de los empleados cree que la plantilla en su empresa se mantendrá estable, y un 33,4% anticipa una mayor demanda de nuevos perfiles. Solo un 12,5% prevé una reducción de plantilla como consecuencia de la automatización.

Las compañías medianas y grandes son las que más han avanzado en automatización y formación digital, mientras que las más pequeñas, especialmente las del sector servicios, reconocen mayores dificultades para abordar estos procesos. 

Así, el 44,7% de las pymes ha optado por incorporar herramientas digitales y soluciones de automatización, el 46,8% prefiere capacitar a su plantilla actual y un 29,4% apuesta por contratar nuevos perfiles estratégicos. No obstante, un 11,6% admite no haber definido aún una estrategia clara.

También existen diferencias regionales en la forma de abordar la digitalización. Las pymes de la Comunidad de Madrid (53,9%), Cataluña (53%) y Galicia (47,2%) lideran el uso intensivo de herramientas digitales, mientras que en Aragón y La Rioja (66,7%), Castilla-La Mancha (61,9%) y Baleares (61,5%) predomina la formación interna como vía de adaptación. 

Además, la percepción sobre el valor de la inteligencia artificial varía según el territorio: el 44% de los directivos en Cataluña, el 42,9% de los de la Comunidad Valenciana y el 41,7% de Cantabria considera que la IA está generando nuevas oportunidades y optimizando procesos. En cambio, el 60% de los navarros, el 50% de los aragoneses y el 42,9% de los vascos no le otorgan una importancia significativa.

El impacto esperado de la automatización sobre el empleo varía también según el perfil. Los jóvenes de entre 25 y 34 años y quienes trabajan en sectores tecnológicos como IT o audiovisual son los más optimistas y prevén un aumento de la demanda de nuevos profesionales. Por el contrario, los mayores de 55 años y los responsables de pequeñas empresas muestran una visión más conservadora, anticipando una reducción de puestos.

Aun así, el 51,4% de las pymes no prevé cambios en el tamaño de sus plantillas, mientras que un 40,7% anticipa un crecimiento ligado a perfiles más especializados. Solo un 7,9% cree que se producirá una reducción de personal. Este dato evidencia que el avance tecnológico no está ligado necesariamente a una pérdida de empleo, sino más bien a una transformación de los perfiles requeridos.

En definitiva, la inteligencia artificial y la digitalización representan una oportunidad real para las pymes, pero también un desafío que no todas están en condiciones de asumir en igualdad de condiciones. Las diferencias territoriales, sectoriales y de tamaño empresarial dibujan un panorama diverso, en el que la capacidad de adaptación será clave para garantizar la sostenibilidad y la competitividad futura. 

"La forma en la que se gestiona el talento en las pymes ha cambiado radicalmente en los últimos años. La digitalización y la automatización están redefiniendo los perfiles más demandados, y el auge de la inteligencia artificial genera tanto expectativas como incertidumbre. En este contexto la formación continua ya no es una opción, sino una necesidad. El futuro del empleo no solo dependerá de la capacidad de atraer nuevos perfiles, sino de la habilidad que las empresas tengan para adaptar y evolucionar el talento que ya está dentro de la empresa”, subraya el director comercial de Adecco Staffing.

Liderazgo y formación

Otro de los aspectos clave que aborda el informe de Adecco es la forma en que las pymes están desarrollando su talento interno para responder a las nuevas exigencias del mercado. Muchas compañías optan por impulsar la polivalencia y la movilidad interna como vía para mantener su competitividad y anticiparse a las necesidades futuras.

El 53,5% de los trabajadores afirma que su empresa invierte en preparar a sus empleados para asumir nuevos roles dentro de la organización, lo que evidencia una apuesta por la capacitación continua y el aprovechamiento del conocimiento interno. Por el contrario, un 26,2% prefiere recurrir a la contratación de talento externo, mientras que un 20,3% limita la formación a puestos estratégicos o clave. Esta triple vía refleja distintas formas de entender la gestión del talento en función del modelo de negocio, los recursos disponibles y el tipo de perfiles que se requieren.

El enfoque varía también según el sector y el tamaño de las empresas. Las compañías del ámbito agrario y de alimentación tienden a contratar fuera, mientras que el sector industrial se inclina por formar a su plantilla, aunque principalmente en posiciones clave. Las empresas de mayor dimensión son las que más apuestan por la reorientación de habilidades, lo que sugiere que contar con una estructura más amplia facilita la planificación estratégica del talento.

A escala territorial, los contrastes son igualmente significativos. En comunidades como La Rioja (100%), Aragón (66,7%) y Canarias (59,3%), los responsables de pymes aseguran que invierten en la preparación de sus equipos para nuevos puestos. En cambio, en Castilla y León (45,5%) y Extremadura (43,8%) predomina la opción de incorporar perfiles desde fuera. Por su parte, en Navarra (60%) y la Región de Murcia (40%) es más común ofrecer formación puntual o reciclaje en funciones concretas.

El desarrollo de nuevos liderazgos dentro de la organización es otra prioridad creciente para las pymes. El 55,5% de las empresas trabaja activamente el desarrollo del talento de los managers del futuro a través de planes de formación. Un 32,8% lo hace mediante programas de identificación del talento interno y un 23,3% opta por incorporar líderes desde el exterior. No obstante, un 15,9% de las pymes admite que no ha definido aún ninguna estrategia específica en este ámbito.

Esta diversidad de enfoques también se refleja en el rol que juegan distintos perfiles dentro de las empresas. Los responsables de departamento son quienes más impulsan los planes de formación, mientras que en sectores como la construcción o el industrial se prioriza la detección de potencial. En paralelo, las empresas del sector agrario y de transportes muestran una mayor dependencia de la contratación externa, lo que podría estar vinculado a la estacionalidad o a la dificultad para encontrar perfiles cualificados con disponibilidad inmediata.

“Se trata de unos datos que confirman que, aunque las pymes no siempre cuentan con grandes estructuras de recursos humanos, sí están adoptando enfoques cada vez más proactivos en materia de formación y liderazgo. Apostar por el talento propio no solo contribuye a mejorar la productividad y la cohesión interna, sino que puede convertirse en una ventaja competitiva en un mercado cada vez más cambiante”, recalca Juan Francisco Rodríguez.

Productividad y gestión

El estudio también ha puesto el foco en cómo las pymes están reorganizando su forma de trabajar para mejorar la productividad, impulsar el bienestar del equipo y adaptarse a contextos cada vez más cambiantes. En este proceso, la flexibilidad horaria se consolida como la medida más valorada por los encuestados, por encima incluso de otras iniciativas como los programas de bienestar o la mejora de la comunicación interna.

El 56,4% destaca la flexibilidad horaria como la principal herramienta para mejorar la eficiencia, seguida de la mejora en la comunicación y el reconocimiento del trabajo (44,2%) y la implementación de programas de bienestar laboral (36%). Esta jerarquía pone de manifiesto un cambio cultural en las organizaciones más pequeñas, donde el equilibrio entre la vida personal y profesional cobra cada vez más protagonismo.

Las preferencias varían en función del sector. Mientras que las empresas de construcción y hostelería priorizan las iniciativas de bienestar, los sectores IT y audiovisual destacan por su enfoque en la comunicación interna y el reconocimiento del talento como motores de cohesión. 

En lo territorial, los datos también muestran divergencias relevantes: el 80% de los encuestados en Navarra, el 66,7% en La Rioja, Aragón y Cantabria, y el 63,2% en Andalucía valoran especialmente la flexibilidad horaria. Por otro lado, el 69,2% en Baleares, el 59,3% en Canarias y el 58,3% en Galicia da prioridad a la mejora en la comunicación y en la forma de reconocer el trabajo de los equipos.

Otro aspecto destacado es el papel que juega la externalización como estrategia de eficiencia y mejora de la productividad. En este sentido, el 41,3% de las pymes externaliza procesos administrativos y contables, el 38,1% recurre a servicios especializados y el 32,6% delega tareas relacionadas con la logística o la producción. Solo un 13,3% afirma no externalizar ningún proceso.

Esta tendencia varía según el tipo y el tamaño de empresa. Las pequeñas compañías tienden a externalizar más la contabilidad, aprovechando servicios profesionales para cubrir áreas que no forman parte de su actividad principal. En cambio, las empresas del sector construcción recurren más a servicios especializados, mientras que las industriales optan por externalizar funciones productivas o logísticas, en busca de una mayor flexibilidad operativa y ahorro de costes.

Para Juan Francisco Rodríguez, "estas decisiones reflejan cómo las pymes están adaptando su modelo de gestión para ganar agilidad sin comprometer el control sobre su actividad. Al mismo tiempo, muchas han comenzado a rediseñar sus estructuras organizativas para responder mejor a las expectativas de sus equipos, haciendo de la flexibilidad, el reconocimiento y la eficiencia elementos clave para la fidelización y el rendimiento del equipo”.
 

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