En un hito trascendental hacia la digitalización fiscal unificada, la Unión Europea ha aprobado el proyecto ViDA (VAT in the Digital Age), que redefine el futuro del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en la zona. La decisión, tomada en la reunión del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) de este 5 de noviembre, establece las bases para una transformación profunda en la gestión del impuesto, con el objetivo de implementar una digitalización plena para julio de 2030.
“Esta reforma no solo implica la digitalización del sistema fiscal, sino también un avance hacia la transparencia, la eficiencia y la reducción del fraude, que serán más posibles que nunca “, explica Diana Salazar, experta en Facturación Electrónica y Digital Sales Manager en Generix, compañía global de software empresarial que ofrece soluciones SaaS y servicios para la cadena de suministro, finanzas, comercio e integración B2B.
El proyecto ViDA es una reforma fiscal integral que busca modernizar las declaraciones de IVA en la Unión Europea mediante un sistema digital unificado. Esto se articula en tres pilares principales:
La implementación de ViDA se ha estructurado en fases para asegurar una transición fluida:
Diana Salazar explica que ViDA traerá múltiples beneficios tanto para las empresas como para las autoridades fiscales. Uno de los principales es la reducción de costes de cumplimiento fiscal. La simplificación de procesos y la centralización de registros facilitarán el cumplimiento para las empresas, reduciendo los costes administrativos y las barreras para el comercio transfronterizo.
También se espera una mejor eficiencia en el control tributario, puesto que la digitalización permitirá a las autoridades fiscales tener una visión clara y real de las transacciones intracomunitarias, facilitando la identificación de irregularidades y mejorando la eficiencia en la recaudación de impuestos.
La experta de Generix también indica que ViDA llevará consigo otras bondades como un aumento en la recaudación y la reducción del fraude fiscal, gracias a la estandarización de las transacciones y al intercambio de datos en tiempo real. Por último, uno de los grandes beneficios será el impulso a la transformación digital de las compañías y la simplificación del comercio transfronterizo entre los diferentes países de la UE. Con un marco normativo unificado, las empresas podrán operar con mayor facilidad en otros países de la UE, potenciando el mercado único europeo.
La implementación de ViDA supondrá un reto para muchas empresas, especialmente para las pequeñas y medianas, que deberán invertir en tecnología y en la formación de su personal para adaptarse al nuevo sistema. Sin embargo, esta inversión inicial y contar con la ayuda de proveedores certificados de facturación electrónica se verán compensadas con creces a largo plazo: la automatización de los procesos de facturación y registro, sumada a la reducción de la carga administrativa, permitirá a las empresas operar de manera más eficiente y con menor riesgo de incumplimientos. Además, la adopción de nuevas tecnologías ayudará a modernizar sus operaciones, así como a ser más competitivas a nivel internacional.
“Este proyecto marca el inicio de una nueva era para la administración fiscal y la digitalización en Europa. ViDA representa un paso decisivo hacia un sistema fiscal más moderno, eficiente y justo en la Unión Europea. Aunque el camino hacia la implementación completa en 2030 puede presentar desafíos, los beneficios potenciales para las empresas, los gobiernos y la economía en general son enormes”, afirma Diana Salazar.