07 Oct
07Oct

La inteligencia artificial (IA) ha entrado en los despachos de abogados para quedarse. Desde los sistemas de revisión documental hasta la redacción automática de escritos, su capacidad para procesar información a gran escala, anticipar tendencias y mejorar los procesos de investigación jurídica promete transformar la práctica del Derecho. Pero también plantea riesgos que alcanzan el núcleo de la profesión: la confidencialidad, la responsabilidad profesional y la propia esencia del juicio humano.

Con el objetivo de orientar a la abogacía en este nuevo escenario, el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) ha publicado la Guía de Buenas Prácticas para el Uso de laInteligencia Artificial en la Abogacía.

“La abogacía no debe limitarse a adaptarse al cambio: debe liderarlo”, subraya el decano del ICAM, Eugenio Ribón. “Con esta guía, ofrecemos a la profesión una herramienta práctica y rigurosa para aprovechar las ventajas de la inteligencia artificial sin comprometer los principios esenciales de la abogacía: la confidencialidad, el juicio profesional y la defensa de los derechos fundamentales. Nuestro compromiso es claro: que la transformación digital no debilite el Derecho, sino que lo refuerce", añade.

La Guía, que —entre otros contenidos— traslada a la práctica las recomendaciones del nuevo marco regulador europeo y nacional en materia de IA, ha sido coordinada por Mabel Klimt,diputada de la Junta de Gobierno responsable de innovación, tecnología y cultura. “Usar la IA sin miedo, pero con criterio: eso es lo que propone esta Guía”, señala Klimt. “No se trata de frenar la innovación, sino de acompañarla con criterios éticos, herramientas claras ypautas jurídicas que nos permitan integrar esta tecnología de forma segura, transparente y eficaz. Queremos que cada abogado, independientemente del tamaño de su despacho o de sunivel de conocimiento técnico, cuente con un marco práctico que le ayude a tomar decisiones informadas y responsable", resalta.

Partiendo de la base de los principios y recomendaciones de los principales organismos europeos y nacionales en materia de inteligencia artificial y protección de datos, la publicación aborda los principales retos que plantea esta tecnología en el ámbito legal: desde la protección de datos y la explicabilidad de los algoritmos hasta la necesidad de formación continua ysupervisión humana. A lo largo de seis capítulos, ofrece un marco práctico para incorporar la inteligencia artificial al trabajo jurídico sin comprometer los principios esenciales de laprofesión.Su punto de partida es claro: “la tecnología es una herramienta de apoyo, pero no reemplaza ni debe reemplazar al abogado ni a su criterio profesional. La abogacía debe mantener siemprela supervisión, el juicio crítico y una diligencia reforzada en el uso de estas herramientas”, se afirma en la guía

Han participado especialistas como Santiago Mediano (presidente de la sección ICAM de Robótica, IA y Realidad Virtual y Aumentada),Sara Molina y José Ramón Moratalla (copresidentes de la sección ICAM de Innovación y Abogacía), Alejandro Touriño (presidente de la Sección de TIC del ICAM), Jesús María Boccio, Agustín Born, Noemí Brito, Carlos Fernández, Javier Fernández-Lasquetty, Rodrigo González Ruíz, Antonio Muñoz Vico, María Pardo de Vera, Carolina Pina y Teresa Rodríguez de las Heras.

Entre las conclusiones, la Guía sostiene que el uso de la IA en la abogacía debe ser proporcional y justificado, aplicarse únicamente cuando aporte valor real al cliente y mantenerse siempre bajo control humano. También subraya la necesidad de realizar evaluaciones de riesgo, asegurar la trazabilidad de los procesos, garantizar la protección de datos y la confidencialidad, y documentar el uso de estas herramientas para poder justificarlo ante clientes o tribunales. Además, advierte de la importancia de preservar los derechos fundamentales y prevenir sesgos o discriminaciones algorítmicas mediante revisiones periódicas y diversidad en los equipos que supervisan o desarrollan las herramientas.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.