28 Jan
28Jan

Miguel Ángel Valero

Josep Ginesta, profesor de OBS Business School y secretario general de Pimec, cree que la tasa de paro de España, por debajo del 11%, "a priori podríamos considerar positiva" porque nos sitúa en un número de desempleados (2,6 millones) lejano a los 3 millones que, de forma recurrente, había tenido España. "Pero la cifra del paro es un dato primario que necesita ser considerado con otros indicadores para valorar si realmente el comportamiento del mercado de trabajo está siendo favorable y progresa como debe. Es necesario evaluarlo junto a la tasa de actividad y la tasa de empleo. La primera indica el número de personas sobre el total de la población que está en disposición de trabajar. Y la segunda indica el número de personas que se encuentran trabajando. Cuando analizamos ambas tasas vemos que España no progresa adecuadamente", argumenta.

Si bien es cierto que se has reducido el desempleo, la tasa de actividad se sitúa muy lejos de la que tienen los países desarrollados con los que nos gustaría competir. España ha cerrado 2024 con una tasa de actividad de tan solo del 58,49%, inferior a la del año anterior (Alemania está por encima del 80%, Países Bajos y la media de la UE están por encima del 75%). En cuanto a la tasa de empleo, hemos cerrado 2024 con una cifran del 52,27%, cercana a la de Costa Rica (53.6%) pero muy por debajo de la tasa de Países Bajos o Islandia (por encima del 75%), la zona euro (77,4%) o Alemania (77,4%). Por tanto, la reducción del paro registrado, si bien es positiva porque nos sitúa por debajo del 11%, no progresamos como debemos por la imperiosa necesidad, como economía, de llevar a más personas a estar disponibles para trabajar, es decir, a convertirlas en población activa. 

Además, esta cifra de paro es muy superior a la media del desempleo en la UE (5,9%), a la de la zona euro (7,6%) y a la del espacio OCDE (4,9%). La nuestra es de las más altas a nivel global y se encuentra muy lejos de Alemania (3,4%) o incluso de Grecia (9,6%). Y ello ocurre en un país donde el 44% de las empresas expresan tener dificultades serias para cubrir sus puestos de trabajo, según los últimos datos del Banco de España sobre percepción empresarial. Además, la economía española progresa por encima de lo previsto y hay expectativas empresariales de seguir generando ingresos. En definitiva, no estamos aprovechando el tirón de nuestra economía porque reducimos la tasa de desempleo, pero lo hacemos pero sin mejorar nuestras tasas de actividad y de empleo, nuestros indicadores cualitativos. 

Ransdtad: solo el sector público crea empleo

La Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2024 se ha caracterizado por un aumento de la ocupación, que se ha situado en el promedio de un cuarto trimestre de la última década, pero ha mejorado las cifras de 2022 y 2023. El paro ha descendido en el trimestre. La población activa, por su parte, ha descendido de forma notable durante el cuarto trimestre. La ocupación creció en 34.800 personas en el trimestre y la cifra de ocupados se elevó a los 21,86 millones de personas, acercándose a los 22 millones. El paro ha descendido en 158.600 personas en el trimestre, hasta los 2,60 millones, mientras que la población activa disminuyó en 123.800 personas, lo que explica la gran reducción del paro con un aumento tan modesto de la ocupación. La tasa de paro disminuyó seis décimas, hasta el 10,61%.

El mercado laboral medido por la EPA se ha acelerado ligeramente durante el cuarto trimestre, rompiendo la tendencia  de los tres primeros trimestres de 2024. El número de ocupados se ha situado en 21,86 millones de personas, tras medirse un aumento trimestral de 34.800 ocupados, mientras que en términos interanuales se mide un aumento de 468.100 ocupados, lo que ha servido para situar el ritmo interanual de creación de empleo en el conjunto de 2024 en un 2,19% frente al 3,63% a finales del pasado previo.

En cuanto a la actividad, el descenso de 123.800 activos explica por qué el descenso del paro ha sido tan importante: el paro descendió en 158.600 personas, pero el motor fundamental de dicha reducción no fue la creación de empleo en el trimestre (+34.800) sino el descenso de la actividad. De hecho, la tasa de actividad ha caído más de medio punto en el cuarto trimestre, hasta un 58,49%. En términos interanuales la población activa ha seguido desacelerando su crecimiento, hasta un 0,84%.

El aumento de la ocupación en el cuarto trimestre se ha producido exclusivamente entre los trabajadores por cuenta propia (+3,43%, +107.900 personas), ya que ha caído entre el empleo asalariado (-0,41%, -75.800 personas). Dentro de los trabajadores por cuenta propia han crecido tanto los empleadores (+29.900, +3,17%) como aquellos sin trabajadores a su cargo (+2,76%).

Entre los trabajadores asalariados, el cuarto trimestre del año se ha caracterizado por un aumento de aquellos con contrato indefinido (+111.000, +0,71%) mientras que han disminuido los que tienen contratos temporales (-186.800, -6,10%). En términos interanuales se observa una tendencia iniciada con la reforma laboral, con un descenso en el caso de los que cuentan con contrato temporal (-133.900, -4,45%) frente a un aumento de los que cuentan con un contrato indefinido (+589.400, +3,90%). La tasa de temporalidad baja nueve décimas en el cuarto trimestre hasta el 15,5%, lo que indica que 5 de cada 6 trabajadores asalariados en España cuentan con un contrato indefinido.

El aumento del empleo en el cuarto trimestre se ha observado solo en el sector público (+50.400), ya que ha descendido ligeramente en el privado (-15.600). En este primer caso se sitúa en récord histórico con 3,59 millones de ocupados.

El aumento del empleo en el cuarto trimestre se ha concentrado en los tramos de mayor edad: los mayores de 50 años ven crecer el número de ocupados en 137.400, mientras que entre los menores de 30 años desciende la ocupación en 73.400 personas.

Por sectores, en el cuarto trimestre el empleo ha aumentado en todas las actividades: Agricultura (+3.200), Industria (+7.000), Construcción (+600) y Servicios (+24.000). En términos interanuales el empleo crece en todos los sectores, excepto Agricultura (-7,13%): Industria (+1,93%), Construcción (+3,12%) y Servicios (+2,61%).

El aumento del empleo en el cuarto trimestre se ha producido en 8 de las 17 comunidades autónomas y en Ceuta. Los mayores aumentos del empleo se han medido en Madrid (+81.900), Comunidad Valenciana (+37.300) y Canarias (+26.400). El mayor descenso, en Baleares (-64.300). En términos interanuales el empleo aumenta en 14 comunidades autónomas. Las excepciones son País Vasco, Murcia y Extremadura, mientras que los mayores aumentos se miden en Andalucía y Madrid.

El paro medido a través de la EPA ha disminuido en 158.600 personas en el cuarto trimestre del año y la tasa de paro se reduce seis décimas, hasta el 10,61%, con una incidencia 2,30 puntos por encima en el caso de las mujeres (11,83%) que en los hombres (9,53%). En términos interanuales la tasa de paro desciende 1,2 puntos. El descenso trimestral del paro se ha producido en todos los segmentos de edad, con mayor intensidad en las edades intermedias.

Randstad Research destaca que hay 468.000 ocupados más pese a que la creación de empleo se modera del 3% al 2,19% en 2024. Frente a apenas 8.680 empleos por cuenta propia son 455.500 asalariados. Y los trabajadores por cuenta propia empleadores caen el 4,52%. Resalta el récord de empleo en el sector público, pese a que crece mucho menos que el privado: 0,41% frente a 2,55%. Y que aumenta más el empleo a tiempo parcial que a completo, 6,16% frente a 1,57%, lo que explica que crece el empleo  un 2,23%, y las horas trabajadas, el 1,99%.

Infojobs: más dinamismo en el empleo juvenil

El desempleo en España se situó en las 2.595.500 personas durante el último trimestre de 2024. En comparación con el tercer trimestre del año, el paro ha descendido en 158.600 personas (-5,8 %). En términos interanuales la caída es del 9,3 % (265.300 personas menos). La tasa de paro se sitúa actualmente en el 10,6 %. Por lo que se refiere a la ocupación, 2024 terminó con 21.857.900 personas ocupadas. Esto supone un aumento del 0,2 % con respecto al tercer trimestre del año (34.900 personas más) y del 2,2 % frente al mismo periodo de 2023 (468.200 ocupados más).
Además, las cifras facilitadas por el INE reafirman el crecimiento de la población activa, que se mantiene en máximos históricos. Actualmente hay en España 24.453.300 personas activas en el mercado de trabajo. Es decir, que trabajan o están disponibles para ello, aunque se encuentren en paro. El mercado de empleo nunca había sido tan grande como lo es ahora.

Este crecimiento de la población activa en los últimos años puede achacarse a diversos factores. Uno de ellos es la mayor presencia de población extranjera en el mercado laboral español. Según los datos de la última EPA, actualmente el 16 % de las personas activas en nuestro país provienen de otros lugares. Esta cifra es superior al peso que tenían entre 2014 y 2018, cuando representaban en torno al 12 % y al 13 % de la población. Una cifra que, desde 2019, se ha incrementado de manera progresiva hasta llegar al 16 % del cierre de 2024.

Pese a esta progresión, estas cifras están lejos de la ratio de población activa española con estudios superiores, que son uno de cada dos. Sin embargo, si se observa el peso que tienen los activos con estudios de educación primaria, entre los españoles son solamente el 3%, frente al 8% que hay entre la población activa extranjera.

Todo ello pone de manifiesto la existencia de una brecha formativa entre ambos grupos que, si bien en los últimos años se ha acortado ligeramente, todavía es muy patente en la actualidad, con el impacto que ello tiene en el acceso a unos puestos de trabajo u otros.
La tasa de actividad de los jóvenes, en tendencia creciente desde la pandemia

Otra de las aristas que ayudan a explicar el crecimiento de la población activa es el incremento que se está dando en la tasa de actividad entre los jóvenes. Desde el paso de la pandemia se ha producido un cambio de tendencia en este indicador en los tramos de edad más bajos, que abarcan desde los 16 hasta los 25 años. Por ejemplo, entre los 16 y 19 años actualmente hay una tasa de actividad del 14%. Una cifra que está claramente por encima del 10 % que se registró durante el segundo trimestre de 2020, cuando la tasa de actividad en este segmento llegó a su punto más bajo. No obstante, la cifra actual también es superior al 13 % con el que se cerraron los años 2022 y 2023. En el caso de las personas que tienen entre 20 y 24 años, actualmente hay una tasa de actividad del 54,3%, frente al 46 % del segundo trimestre de 2020 o el 53 % que había al término de 2022.

Pese a este mayor dinamismo en el mercado de empleo entre los jóvenes, que es una señal positiva, el paro en estos tramos de edad sigue siendo una de las grandes problemáticas del mercado laboral en España. Actualmente, la tasa de paro en estas franjas es del 38,8 % (16 a 19 años) y del 22 % (20 a 24 años). Unos registros considerablemente más elevados que los que se dan en la Unión Europea. Así, la tasa de paro comunitaria para los menores de 25 años se sitúa en el 15 %, según el dato más reciente disponible correspondiente al mes de noviembre de 2024.

Para Mónica Pérez, directora de comunicación, estudios y relaciones institucionales de InfoJobs, “el mercado laboral se enfrenta a grandes retos, como el desempleo entre los más jóvenes o el crecimiento de la población activa. Unos desafíos que marcarán los próximos años y en el que la formación va a desempeñar un papel clave. Especialmente, el desarrollo de planes formativos que ayuden a los trabajadores/as actuales y a los del futuro a adaptar o desarrollar competencias que se ajusten a las necesidades de las empresas y a un ecosistema digital y un mercado laboral con un carácter cada vez más tecnológico”.

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