En una semana importante para Wall Street en la que que cuatro de los siete Magníficos presentarán resultados (Microsoft, Apple, el 30 de abril, Meta y Amazon, el 5 de mayo), el mercado espera un crecimiento de beneficios pese a las tensiones comerciales. Sin embargo, desde la agencia de valores especializada en inversión de impacto social Portocolom advierten de los riesgos de concentración.
El exceso de rentabilidad concentrado en un número reducido de valores presenta un riesgo significativo para carteras de inversión con un horizonte temporal de medio plazo. Durante el primer semestre de 2024, los 7 Magníficos representaron el 60% de la rentabilidad del S&P500, similar al 62% en 2023. Solo 7 empresas han representado más del 60% de la rentabilidad de un índice compuesto por 500 compañías, lo que no refleja la realidad de la economía en su conjunto.
En el segmento de compañías de crecimiento, la concentración es todavía mayor. Por ejemplo, un tercio del peso del índice Russell 1000 Growth está concentrado en solo tres compañías. Esta situación recuerda a otras crisis de concentración, como la burbuja de las Nifty Fifty en los años 70 o la burbuja de las puntocom en los años 2000.
La tabla refleja los pesos de los 7 Magníficos tanto en el MSCI Word como en la Cartera Moderada de Portocolom, donde se aprecia que la mayor diversificación de nuestra cartera da como resultado una exposición del 57% a ese conjunto de valores frente a la del índice de referencia. "Mientras que en 2024 la exuberancia de los 7 Magníficos suponía un peor desempeño de nuestra cartera respecto al índice, en 2025 y en un entorno de mercado que está experimentando una corrección muy significativa, el impacto de dichas caídas es notablemente menor en nuestra cartera", explican en la firma.
Las correcciones de estos 7 valores han implicado una caída promedio a lo largo del primer trimestre de 2025 del 14%, lo que ha aportado al índice MSCI World una pérdida del 2,88%, mientras que en la cartera de Portocolom, el impacto negativo ha representado solo un 1,74%.
Las inversiones a largo plazo pueden experimentar movimientos temporales de carácter extremo como el vivido en 2024 por los 7 Magníficos, pero lo normal es que las ineficiencias puntales del mercado se corrijan con el tiempo, tal y como como hemos visto en las últimas semanas. Esto demuestra que respetar la filosofía de inversión (cada cual la suya) ayuda a evitar el cometer errores a medio y largo plazo, por lo tanto creemos que debemos ser fieles a nuestros objetivos de rentabilidad-riesgo-impacto más allá de las tendencias que se generen en el mercado a corto plazo.
"Invertimos basándonos en principios que ponen la dignidad humana en el centro. Evitamos activos que atenten contra la dignidad humana o que se beneficien de situaciones catastróficas, como la industria armamentística o sectores que se lucran desproporcionadamente en crisis globales", subrayan en Portocolom.
Analizando el comportamiento reciente del mercado, sectores como tecnología, defensa, materias primas y energía han dominado las rentabilidades, mientras que utilities y salud han quedado rezagados. Sin embargo, estos sectores no siempre son compatibles con una inversión ética y sostenible. Las controversias éticas que rodean a algunas de las empresas tecnológicas, como el uso intensivo de energía o las malas prácticas en el manejo de datos, dificultan considerarlas como opciones sostenibles a largo plazo:
"Desde nuestra perspectiva, invertir no debe ser un simple juego especulativo. Aunque los mercados a corto plazo pueden estar impulsados por pocos actores, como hemos visto con los "7 Magníficos", creemos en una estrategia de largo plazo que se base en la diversificación, el respeto por los derechos humanos y la sostenibilidad. Nuestro enfoque se centra en maximizar el equilibrio entre rentabilidad, riesgo e impacto en las inversiones de nuestros clientes. Esto implica evitar la concentración excesiva en unos pocos valores dentro de una cartera, ya que no estaríamos gestionando el riesgo de forma adecuada. Además, no invertimos en empresas que, de alguna manera, vulneren la dignidad humana. La clave está en generar rentabilidad sin comprometer la ética ni los principios que guían nuestras decisiones", concluyen en Portocolom.