Ante el inicio del verano y las deseadas vacaciones, onLygal, la compañía especializada en soluciones de protección jurídica y servicios legales, ha elaborado un decálogo para que los consumidores eviten las temidas estafas vacacionales, consciente de los muchos problemas que ocasionan, y protejan sus derechos. Hechos que, desafortunadamente, en los últimos años se han incrementado de forma considerable. Motivados por la contratación online de estancias y servicios vacacionales y de ocio, y que han disparado el volumen de consultas legales.
Para evitar caer en este tipo de estafas, las recomendaciones y pautas de actuación que los expertos de onLygal recogen en su decálogo son:
- Revisar bien toda la documentación y desconfiar de gangas: Sobre todo, los términos y condiciones de la oferta, teniendo en cuenta que precios excesivamente bajos para la zona suelen ser indicio de trampa.
- Reservar solo en sitios oficiales y reconocidos: Conviene evitar hacerlo a través de enlaces enviados por redes sociales o mensajes directos y acudir a plataformas de confianza o agencias certificadas.
- Comprobar la seguridad del sitio web: Verificar tanto el símbolo de seguridad que acompaña al “https” en la barra de direcciones como el lenguaje utilizado. En muchas páginas fraudulentas la información suele tener defectos de traducción o errores ortográficos.
- Verificar la existencia del alojamiento: Para ello, es de gran ayuda buscarlo a través de Google Maps, leer reseñas en distintos sitios que pueden alertar sobre fraudes conocidos y comprobar la autenticidad de las fotos. Las genéricas o de bancos de imágenes levantan sospechas.
- Contrastar las opiniones: Asegurar la calidad de las valoraciones de otras personas visitando plataformas reconocidas. Sospechar si no hay reseñas o todas son demasiado positivas o recientes.
- Desconfiar de la urgencia o presión para formalizar la reserva: Destacados como “última oportunidad” o “muchos interesados” suelen ser utilizados para ejercer presión.
- Evitar el adelanto del pago con métodos no seguros: En lugar de hacer transferencias bancarias directas o pagos por Bizum a números desconocidos, los expertos recomiendan hacerlo mediante tarjeta de crédito a través de plataformas que protejan el pago hasta la confirmación del servicio contratado.
- Interlocución directa con el propietario o empresa: Ante cualquier duda, se recomienda pedir una videollamada, más fotos o una copia de la licencia turística. Peticiones a las que dan evasivas o rechazan los estafadores al evitar el contacto directo.
- Guardar todos los comprobantes y comunicaciones: Estas pruebas son imprescindibles para cualquier reclamación en caso de necesidad. Tanto folletos y ofertas comerciales, contratos, facturas, billetes, correos, capturas de pantalla como cualquier otro intercambio.
- Conocer bien los derechos del consumidor :Informarse previamente de los procedimientos y vías legales para ejercer cualquier reclamación.
“La multiplicidad de la oferta y la facilidad de la comunicación online aumentan el riesgo de ser víctimas de estafas. A ellas se suma también el incumplimiento de las expectativas del cliente, retrasos y/o cancelaciones de vuelos o actividades en el último momento, así como pérdida o robo de equipaje”, explica Natàlia Mañas, responsable del Centro de Atención Jurídica de onLygal.
“En estos casos, recomendamos reclamar, en primer lugar, a través de los canales habilitados para tal fin e intentar resolverlo por vía amistosa y negociación. Si no hay respuesta o no es productiva y se agotan todos estos recursos, se puede recurrir a la vía judicial. Para ello, es aconsejable contar con el asesoramiento de un experto legal que, tras estudiar el caso, analice las posibilidades de que la reclamación prospere”, concluye.